Deliciosa lasaña con carne y queso fundido, perfecta para compartir en familia.
La lasaña de carne es un plato de origen italiano que se remonta a la época de los romanos. Se tiene registro de que las láminas de pasta ya eran utilizadas en la antigua Roma, pero fue en la Edad Media cuando se empezaron a combinar con capas de carne y queso, dando lugar a la lasaña que conocemos hoy en día. La lasaña ha sido una receta muy popular en Italia y con el tiempo se ha extendido por todo el mundo, adaptándose a diferentes ingredientes y gustos locales. La combinación de sabores y texturas que ofrece la lasaña de carne, con su salsa de tomate aromática, la cremosidad de la bechamel y la fusión de quesos fundidos, la convierten en un plato reconfortante y perfecto para ocasiones especiales o para disfrutar en familia. Cada bocado de esta lasaña es una explosión de sabor que nos transporta a la tradición culinaria italiana.
Ingredientes
- Placas de lasaña
- Carne picada de ternera
- Cebolla
- Ajo
- Tomate triturado
- Aceite de oliva
- Queso mozzarella
- Queso parmesano
- Sal
- Pimienta
- Orégano
- Leche
- Harina
- Mantequilla
Pasos a seguir
- Precalentar el horno a 180°C.
- En una sartén, dorar la cebolla picada y el ajo en aceite de oliva.
- Agregar la carne picada y cocinar hasta que esté bien dorada.
- Incorporar el tomate triturado, sal, pimienta y orégano. Cocinar a fuego medio durante 15 minutos.
- En una cacerola, preparar una salsa bechamel: derretir mantequilla, añadir harina y luego la leche poco a poco, sin dejar de remover, hasta obtener una mezcla homogénea.
- En una fuente para horno, hacer capas alternando placas de lasaña, la carne con tomate, la bechamel y queso mozzarella rallado.
- Repetir las capas hasta acabar con los ingredientes, terminando con queso parmesano por encima.
- Hornear durante 30-40 minutos o hasta que la lasaña esté dorada y burbujeante.
- Dejar reposar unos minutos antes de servir y disfrutar.
Claves para conseguir la mejor lasaña de carne
- Elige ingredientes de calidad. Selecciona carne picada de buena calidad, preferiblemente mezcla de cerdo y ternera para un sabor más equilibrado. Usa tomates frescos o una buena salsa de tomate casera.
- Usa pasta de lasaña fresca o de calidad y, si es posible, haz la pasta casera o compra láminas frescas. Si usas pasta seca, asegúrate de precocerla ligeramente o revisa que sea «sin pre-cocción» en el empaque.
- Capas equilibradas y bien distribuidas: Aplica capas delgadas de carne, bechamel y queso entre las láminas de pasta. Evita hacer capas demasiado gruesas, ya que puede alterar la textura.
- Una selección de quesos de calidad es sinónimo de éxito. El parmesano para gratinar es un clásico aunque también puedes usar mozzarella fresca para un efecto más cremoso. Evita quesos muy grasos o de baja calidad.
- Deja que las salsas se enfríen un poco antes de montar las capas para evitar que la pasta se deshaga. Mantener un tiempo de reposo entre capa y capa mejorará la textura del plato.
- Después de sacarla del horno, deja reposar la lasaña al menos 10-15 minutos. Esto permite que las capas se asienten y no se desmoronen al cortar.
