Delicioso plato de pollo cocinado al ajillo, aromático y sabroso, perfecto para sorprender en cualquier ocasión.
El pollo al ajillo es un plato tradicional de la gastronomía española que se ha convertido en una receta clásica en muchos hogares alrededor del mundo. Su origen se remonta a la época medieval en la región de Castilla la Mancha, donde el ajo y el aceite de oliva eran ingredientes básicos en la cocina local. Con el tiempo, esta receta se ha popularizado y adaptado a diferentes variantes, pero siempre manteniendo su esencia de sabores intensos y sencillos.
El pollo al ajillo es un plato versátil que se puede servir tanto en una comida familiar como en una ocasión especial. La combinación de ajos dorados, aceite de oliva y vino blanco crea una salsa irresistible que realza el sabor de la carne de pollo. El toque de perejil fresco agrega un aroma fresco y herbal que complementa perfectamente la receta.
Preparar pollo al ajillo es sencillo y rápido, lo que lo convierte en una opción ideal para cualquier cocinero, ya sea principiante o experimentado. Con ingredientes simples y pasos claros, este plato es una apuesta segura para deleitar a tus comensales y disfrutar de una comida reconfortante y deliciosa.
Ingredientes
- 1 pollo cortado en trozos
- 4 dientes de ajo picados
- 1/2 taza de aceite de oliva
- 1 vaso de vino blanco
- 1 ramita de perejil picado
- Sal y pimienta al gusto
Pasos a seguir
- En una sartén grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio-alto.
- Añade los trozos de pollo y dóralos por ambos lados.
- Añade los ajos picados y cocina hasta que estén dorados.
- Añade el vino blanco, el perejil picado, la sal y la pimienta.
- Cocina a fuego lento hasta que el pollo esté tierno y la salsa se haya reducido.
- Sirve caliente y disfruta.